Boyer cambió el testamento tras el ictus: favoreció a Preysler y no dejó casi nada a sus hijos mayores
El ex ministro socialista de Hacienda Miguel Boyer modificó sus últimas voluntades dos años antes de morir, cuando acababa de ser dado de alta tras sufrir un ictus que le dejó severas secuelas físicas y mentales.
Según las fuentes de la familia consultadas por OKDIARIO, en este último testamento firmado el 24 de julio de 2012, el que fuera «superministro» de Felipe González mejoró las condiciones del reparto de bienes a favor de su última esposa, Isabel Preysler, en el tercio de libre disposición, en detrimento de sus hijos.
OKDIARIO publica hoy en exclusiva el certificado emitido por la Dirección General de los Registros y el Notariado del Ministerio de Justicia, que enumera los cuatro testamentos dictados por el ex político socialista durante sus últimos años de vida.
Como ha informado OKDIARIO, los dos hijos del primer matrimonio de Boyer con la ginecóloga Elena Arnedo, Miguel y Laura, han mostrado su profundo malestar porque dos años después de la muerte del ex ministro ni siquiera han podido realizar un inventario de los bienes sujetos a la herencia. Miguel Boyer Salvador nombró albacea testamentario a su hermano menor, Christián, quien a día de hoy todavía no ha dado ningún paso para realizar el reparto de los legados.
El ex ministro «apenas podía hablar»
El ex ministro socialista sufrió en febrero de 2012 un ictus que le obligó a permanecer ingresado durante casi dos meses en la clínica Ruber de Madrid. Esta enfermedad hizo que retomara el contacto con los hijos de su primer matrimonio, cuya relación se había enfriado extraordinariamente desde su divorcio con Elena Arnedo.
Apenas tres meses después de ser dado de alta, el notario Luis Enrique García Labajo se desplazó hasta la mansión familiar de Puerta de Hierro para que Miguel Boyer firmara sus últimas voluntades, en las que modificaba el las condiciones del testamento que había dictado más de una década antes.
Pero, según han explicado fuentes de la familia, desde que salió del hospital Miguel Boyer no era el mismo. Nunca llegó a recuperarse por completo de las secuelas de la enfermedad: durante sus dos últimos años de vida se produjo un rápido deterioro, físico y mental, de su salud.
Tras el fallecimiento, acaecido en septiembre de 2014, el hijo mayor, Miguel Boyer Arnedo, se reunió con Isabel Preysler y con el notario para conocer las últimas voluntades de su padre. «El notario me dijo que vio a mi padre en plenas facultades cuando firmó su último testamento», ha relatado Boyer Arnedo a OKDIARIO, «pero yo tengo mis dudas. Tras sufrir el ictus, apenas podía hablar y le costaba recordar los números».
Cuatro testamentos distintos
En este último testamento, el ex ministro no estableció legados para cada uno de los herederos, sino sólo unos criterios generales sobre cómo debían repartirse los bienes. Aunque ya apenas queda nada que repartir.
Miguel Boyer inició su relación con Isabel Preysler cuando todavía era el todopoderoso ministro de Economía y Hacienda de Felipe González. En 1985 se divorció de su primera esposa, Elena Arnedo, y tres años después –en enero de 1988, ya fuera del Gobierno socialista– se casó con la reina de las revistas del corazón. Sus compañeros del PSOE jamás hubieran imaginado un giro tan sorprendente en su trayectoria vital.
Tan sólo dos meses después de la boda, el 23 de marzo de 1988, Miguel Boyer dictó su primer testamento ante el notario Manuel Ramos Armero, quien durante los años del Franquismo había mantenido una estrecha relación con el médico e intelectual Gregorio Marañón y con el político monárquico José María Gil Robles.
Un año después, en abril de 1989, Miguel Boyer dictó su segundo testamento, porque acababa de nacer la hija que tuvo con Isabel Preysler, Ana Boyer Preysler. No fue el último, ya que diez años después, el 22 de diciembre de 1998, el político socialista volvió a modificar sus últimas voluntades, esta vez ante el notario José Ignacio Fuentes López.
El albacea, más cerca de Isabel
Por tanto, el testamento que firmó en julio de 2012, cuando se encontraba afectado por las graves secuelas de su enfermedad, sería el cuarto que dictó en apenas dos décadas de vida.
Como ha informado OKDIARIO, tras la muerte de Miguel Boyer Salvador, su hermano Christián –albacea y por tanto responsable de vigilar el equitativo reparto de la herencia– se ha convertido en un asiduo de las cenas de la pareja formada por Isabel Preysler y el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa. Algo que ha hecho que la familia Boyer dude de su imparcialidad a la hora de mediar en la ejecución del testamento.
El albacea incluso ha contratado como abogada a una de las mejores amigas de Isabel Preysler, la ex juez Purificación Pujol Capilla, autora del libro Un divorcio elegante o cómo desenamorarse con estilo. Un libro que incluye un prólogo firmado por la propia Isabel Preysler.